Construyendo
una educación para la paz en el Chile actual.
“Si las guerras nacen
en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben fundarse
los baluartes de la paz”. (Artículo 1º de la Constitución de la UNESCO).
Hablar
de la paz es hablar de la no violencia y hablar de la educación para la paz, es
hablar de una educación para la convivencia pacífica entre seres humanos, seres humanos que, a partir de
coincidencias y diferencias, construyen una sociedad que convive usando valores
universales como: la tolerancia y el respeto, ejes fundamentales de
interacción.
Según
la UNESCO (2008) uno de los pilares para medir a los países en cuanto a calidad
de la educación, es el respeto al derecho que tienen niños y niñas para vivir
en un ambiente libre de violencia, en el que se promueve una educación para la
convivencia y la paz. Es por esto que creo que debemos construir una sociedad
no violenta a través de valores fundamentales como el respeto y la tolerancia,
promovidos por medio de políticas educacionales claras.
“La educación para la paz no es una opción más
dentro del currículum nacional” (Vidanes, 2007), sino, según mi opinión, una
necesidad que todos los centros educativos de Chile deben asumir, si su
objetivo es lograr una sociedad en la cual todos sus actores vivan de
manera no solo pacífica, sino además, colaborativa. De esta forma, lograremos
que derechos fundamentales sean garantizados a todos los ciudadanos, por medio
de las leyes nacionales e internacionales, para poder ser vividos dentro
del marco de una sociedad igualitaria.
Sostengo
que la escuela es un espacio en dónde se debe dialogar de forma abierta y
activa, acerca de temas como los derechos humanos, el respeto por el otro, la
solidaridad, la empatía y la convivencia. De esta forma, encontraremos un
espacio para hablar de una educación para la paz, una educación que vibra
gracias a la vida en comunidad, y no bajo la visión individualista que
actualmente parece gobernar el tenor de esta sociedad. Un ejemplo de cómo activar
este diálogo en las clases de lenguaje y comunicación, es implementando aulas
socráticas en las cuales; por medio de preguntas fundamentales, basadas en un
texto, se extrapola el estudio de la propia sociedad con su discusión valórica
y ética.
Según
el artículo “La formación ciudadana en la escuela: problemas y desafíos” (Muños
2014), la escuela chilena debe desarrollar en el estudiantado “aquellas
habilidades y actitudes que les permitan aprender a vivir en sociedad,
promoviendo el respeto y la defensa de los derechos humanos (…)” (Muños &
Torres, 2014), ¿Pero, nuestro currículum apunta realmente al logro de esta
sociedad pacífica y no violenta?
Si
bien, las bases curriculares chilenas contienen algunos objetivos que apuntan a
la tolerancia y el respeto, el sistema educativo no está logrando formar
ciudadanos pacíficos y no violentos, como muestran las estadísticas del SERNAM
(2013), estas indican que el 37 % de las
mujeres reconoce haber sufrido violencia por parte de sus parejas, mientras el
79% de los niños plantea haber sufrido algún tipo de maltrato. Estas cifras revelan
la necesidad de replantear el sistema educativo en su rol formador de
ciudadanos preparados para vivir en una sociedad no violenta, he aquí el
desafío de la escuela chilena
Pero…
¿es la escuela la encargada de asumir esta tarea que hasta no hace mucho tiempo
asumía el hogar? ¿estará la escuela chilena preparada para asumir este rol? La
respuesta no es única, y si bien nadie puede cuestionar el rol formador de la
familia, tampoco se puede negar el deber de la escuela en cuanto a formación
valórica. Es por esto que yo, como profesora dedicada por una década a la formación
de niños y jóvenes, exhorto a los educadores chilenos a trabajar por una educación
de calidad que transforme a la sociedad desde sus cimientos y que cuente con
políticas educacionales claras y un currículum, aprehendido por el profesorado,
que nos lleve a bajar los niveles de violencia que actualmente imperan el
Chile.
Según
mi punto de vista, pasar de proclamar la necesidad de una educación en derechos
humanos a la implementación de la misma, requiere del trabajo enfocado en la
tarea didáctica que se lleva a cabo en el aula. Requerimos poner énfasis en el
uso de estrategias como el diálogo guiado y la reflexión en torno a videos y
textos que guíen al estudiante, hacia la construcción de herramientas para la
solución pacífica de conflictos, y a reforzar cualidades como la tolerancia y
la empatía durante la clase de orientación.
Según
mi experiencia en aula, el desarrollo de una educación en derechos humanos es
sostenido por un profesorado que aún no cuenta con las herramientas técnicas en
resolución de conflictos, como capacitación en arbitraje pedagógico, la
negociación y la mediación entre pares, ni con programas de trabajo específicos
que le permitan implementar una educación efectiva en el tema de la educación
para la paz, por lo que creo que aún existe una deuda en el tema de la educación
para la paz y la no violencia en Chile.
En
definitiva, necesitamos una educación para la paz, construida desde las aulas,
por medio de una política y un currículum educativo que apunte claramente hacia
este objetivo, dotando a los docentes de las herramientas técnicas y didácticas
que necesitan, para que la construcción de una educación para la paz sea
efectiva en la transformación social y no solo una declaración de nobles
intenciones, garantizando el derecho fundamental de niños y niñas de
desarrollarse en un ambiente libre de violencia.
Reiteramos, “La educación para la paz ayuda a la persona a develar
críticamente la realidad compleja y conflictiva para poder situarse en ella y
actuar en consecuencia.” (Vidanés, 2007) es así como, desde la particularidad
que supone mi sencilla posición de profesora de años en el aula, una educación
para la paz se muestra como indispensable para el actuar diario. Siempre
existirá el conflicto y el pensamiento divergente, por lo que no se trata
de eliminarlo en sí mismo, sino de educar personas capaces de resolver esos
conflictos de manera pacífica, no violenta y constructiva.
Bibliografía
Muñoz Labraña Carlos & Torres Durán
Bastián (2014) La formación ciudadana en la escuela: Problemas y desafíos,
Revista electrónica educare. Vol. 18 (2), 1-13.
Unesco, III jornada de cooperación
Iberoamericana sobre educación para la paz y la vida democrática en san José de
costa Rica Presentación: Matriz de indicadores sobre convivencia democrática y
cultura de la paz en la escuela.
CAROLINA HIRMAS Y GLORIA CARRANZA :
OREALC/UNESCO Santiago. 24 de noviembre del 2008. Recuperado de
http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001834/183436s.pdf